Alvaro Cano Diaz
Hoy era un día normal en la T.I.A.
Doña Ofelia ya
estaba con el teléfono, el señor Súper ordenando sus papeles y Mortadelo metido
en una jaula. ¡EL PAN DE CADA DIA!
Pero le notaba algo extraño a Mortadelo, estaba igual
de tonto que siempre, pero le noto algo pálido y ya ha intentado comerse al
perro cinco veces en una mañana. Lleva así desde que nos encontramos con ese
dichoso borracho por la calle. Aquel personaje daba miedo, estaba pálido como
una cebolla, parecía que le iban a saltar los ojos. Total que Mortadelo
aprovechó y empezó a vacilarlo y con la tonterías el borracho de las narices va
y le muerde la mano.
Y ahora que me
fijo, Mortadelo está casi tan pálido
como aquel personaje del demonio, lo consultaré con el Súper.
Tras contarle toda la historia el me contesto “veré lo
que puedo hacer” y al muy listo no se le ocurrió otra cosa que traerse al
Doctor Bacterio. Cuando lo tuve delante se me ocurrieron mil formas de matarle.
Pero ahora Mortadelo necesitaba ayuda y él era la única, por desgracia.
Guie al profesor Bacterio al lugar en el que encontraba
Mortadelo. Lo ató, le puso un bozal y empezó a comprobar lo que le pasaba. Después
de un par de minutos me dijo que puede que fuera por llevar varios días sin
salir a la calle y que lo sacara a pasear un rato, que él ya le había tomado
unas muestras para tener más certeza de lo que le pasaba y sin más dilación, recogió
sus cosas y se fue. Y yo como no tenía otra cosa q hacer, le hice caso al
doctor. Le puse una correa le deje puesto el bozal y lo saque a pasear. Estuvimos
dando vueltas por la calle y nos fuimos un rato al parque. Y sin que me diera
cuenta se quito el bozal y la correa y se escapo. Empecé a buscarlo y nada, no
daba con él, solo con una multitud de personas a las que por lo visto iba
atacando sin piedad.
Se hizo de noche y seguía sin aparecer, así que volví a
casa.
Estaba asustado, preocupado por él y más tarde furioso,
pensando que como lo encontrara lo inflaba a tortazos.
Estaba ya a punto de abrir la puerta de mi casa cuando
vi algo moverse entre la basura, y efectivamente ¡ERA MORTADELO!
Primero me desahogue metiéndole un par de guantazos,
más tarde me fije en que ya estaba curado y no le pasaba nada así que primero
decidimos dormir y ya mañana solucionarlo todo.
Nos despertamos pronto y fuimos con el coche hasta la T.I.A. y
por el camino nos fijamos que Mortadelo se lo había contagiado a todo el mundo.
¡MORTADELO HABIA CREADO UNA EPIDEMIA!
Cuando llegamos entramos rápido en el edificio,
evitando a la muchedumbre que se nos venía encima. Igual de rápidos subimos
arriba a preguntarle al Profesor los resultados de la prueba.
Por lo visto era una enfermedad por radiactividad que
hace que las personas siéntanla necesidad de comer carne, sobre todo carne humana.
Por lo visto el profesor no consiguió encontrar ninguna cura, pero sin saber cómo
Mortadelo ya estaba curado, así que sin perder ni un segundo el Profesor
Bacterio se puso manos a la obra.
Lo primero que dedujo el Profesor fue que tenía que ser
algo que hubiera comido. Y como no teníamos máquinas para hacer una radiografía
tuvimos que averiguarlo a través de nuestros propios medios, y eso de analizar
lo que era, se lo dejamos a Bacterio, para que se entretuviera.
Después de mucho investigar se llegó a la clara
conclusión de que el alimento que curo a Mortadelo fue ¡LA MORCILLA!
De esta manera Bacterio construyó unos lanzadores de
morcilla para todos nosotros y finalmente conseguimos curar a todos los
ciudadanos a morcillazos.
Y seguramente te estés preguntando
¿Y DE DONDE
SACASTEIS TANTA MORCILLA COMO PARA CURAR A TODO EL MUNDO?
Pues solo con
decirte que nos han metido en la cárcel por robar en todas las carnicerías de
la ciudad, ya te puedes ir haciendo una idea.
Bueno, yo ya me
voy que todavía tengo unos asuntitos pendientes con Bacterio, ya nos veremos.