domingo, 28 de diciembre de 2014

MORTADELO EL ZOMBIE



                                                                       Alvaro Cano Diaz


Hoy era un día normal en la T.I.A.
Doña Ofelia  ya estaba con el teléfono, el señor Súper ordenando sus papeles y Mortadelo metido en una jaula. ¡EL PAN DE CADA DIA!
Pero le notaba algo extraño a Mortadelo, estaba igual de tonto que siempre, pero le noto algo pálido y ya ha intentado comerse al perro cinco veces en una mañana. Lleva así desde que nos encontramos con ese dichoso borracho por la calle. Aquel personaje daba miedo, estaba pálido como una cebolla, parecía que le iban a saltar los ojos. Total que Mortadelo aprovechó y empezó a vacilarlo y con la tonterías el borracho de las narices va y le muerde la mano.
 Y ahora que me fijo,  Mortadelo está casi tan pálido como aquel personaje del demonio, lo consultaré con el Súper.
Tras contarle toda la historia el me contesto “veré lo que puedo hacer” y al muy listo no se le ocurrió otra cosa que traerse al Doctor Bacterio. Cuando lo tuve delante se me ocurrieron mil formas de matarle. Pero ahora Mortadelo necesitaba ayuda y él era la única, por desgracia.

Guie al profesor Bacterio al lugar en el que encontraba Mortadelo. Lo ató, le puso un bozal y empezó a comprobar lo que le pasaba. Después de un par de minutos me dijo que puede que fuera por llevar varios días sin salir a la calle y que lo sacara a pasear un rato, que él ya le había tomado unas muestras para tener más certeza de lo que le pasaba y sin más dilación, recogió sus cosas y se fue. Y yo como no tenía otra cosa q hacer, le hice caso al doctor. Le puse una correa le deje puesto el bozal y lo saque a pasear. Estuvimos dando vueltas por la calle y nos fuimos un rato al parque. Y sin que me diera cuenta se quito el bozal y la correa y se escapo. Empecé a buscarlo y nada, no daba con él, solo con una multitud de personas a las que por lo visto iba atacando sin piedad.
Se hizo de noche y seguía sin aparecer, así que volví a casa.
Estaba asustado, preocupado por él y más tarde furioso, pensando que como lo encontrara lo inflaba a tortazos.
Estaba ya a punto de abrir la puerta de mi casa cuando vi algo moverse entre la basura, y efectivamente ¡ERA MORTADELO!

Primero me desahogue metiéndole un par de guantazos, más tarde me fije en que ya estaba curado y no le pasaba nada así que primero decidimos dormir y ya mañana solucionarlo todo.
Nos despertamos pronto y fuimos con el coche hasta la T.I.A. y por el camino nos fijamos que Mortadelo se lo había contagiado a todo el mundo.
¡MORTADELO HABIA CREADO UNA EPIDEMIA!
Cuando llegamos entramos rápido en el edificio, evitando a la muchedumbre que se nos venía encima. Igual de rápidos subimos arriba a preguntarle al Profesor los resultados de la prueba.
Por lo visto era una enfermedad por radiactividad que hace que las personas siéntanla necesidad de comer carne, sobre todo carne humana. Por lo visto el profesor no consiguió encontrar ninguna cura, pero sin saber cómo Mortadelo ya estaba curado, así que sin perder ni un segundo el Profesor Bacterio se puso manos a la obra.



Lo primero que dedujo el Profesor fue que tenía que ser algo que hubiera comido. Y como no teníamos máquinas para hacer una radiografía tuvimos que averiguarlo a través de nuestros propios medios, y eso de analizar lo que era, se lo dejamos a Bacterio, para que se entretuviera.
Después de mucho investigar se llegó a la clara conclusión de que el alimento que curo a Mortadelo fue ¡LA MORCILLA!
De esta manera Bacterio construyó unos lanzadores de morcilla para todos nosotros y finalmente conseguimos curar a todos los ciudadanos a morcillazos.
Y seguramente te estés preguntando
 ¿Y DE DONDE SACASTEIS TANTA MORCILLA COMO PARA CURAR A TODO EL MUNDO?
Pues solo con decirte que nos han metido en la cárcel por robar en todas las carnicerías de la ciudad, ya te puedes ir haciendo una idea.
Bueno, yo ya me voy que todavía tengo unos asuntitos pendientes con Bacterio, ya nos veremos.